jueves, 19 de abril de 2012

Instalación Audiovisual




Realizadores: Alejandra Gaviria Serna, Maria Cayena Abello y Ricardo Robayo Vallejo

Recorridos por la Memoria” es el resultado de un proyecto interdisciplinar que cruza ciencias sociales, producción visual y propuesta estética para reflexionar sobre la humanidad de las víctimas del conflicto interno colombiano. El proyecto fue merecedor de la beca “Nina S. de Friedemann para el fomento de la Antropología Visual” otorgada por el Instituto Colombiano de Antropología e Historia, ICANH, en 2010. Se trata de una instalación audiovisual que brinda elementos para dimensionar las vidas de personas que ya no están entre nosotros y cuyos lazos sociales y culturales han resultado invisibilizados en las narraciones oficiales sobre el conflicto armado en el país. A partir de la recuperación de sus historias, la instalación busca incentivar la reflexión sobre los principios de convivencia democrática, la defensa de los derechos humanos y la visibilización de las víctimas.


Así mismo, la exposición propone elementos críticos para la construcción de una aproximación a lo que significa ”el derecho a la memoria”, es decir, el derecho a la posibilidad de dotar al presente de sentido a través del conocimiento y la comprensión de las múltiples experiencias del pasado, no solo de las víctimas, sino de la sociedad en general.

Sobre recorridos por la memoria
Consideramos que desde varias perspectivas este es un trabajo que aporta a un tema que nos atraviesa a todos los colombianos: Por un lado, porque nos aproximamos a las memorias de los parientes y allegados de las víctimas teniendo en cuenta principios de la antropología visual que nos propone el acceso a cierta información mediante procesos de elaboración de material visual y artístico que difícilmente se obtiene por medio de la comunicación verbal o escrita. 
La instalación audiovisual por su propuesta estética que se acerca al problema de las víctimas y el conflicto, no a través de la memoria del horror, sino a través de la memoria de la cotidianidad; lo cual nos permite que el resultado sintético de estas negociaciones orientadas hacer memoria, fueran articuladas en la instalación desde una perspectiva que comprende la memoria como el proceso o ejercicio de recuperar la capacidad de mirar hacia atrás y a los ojos, de una manera sensible, respetuosa y dignificante, retomando el significado que se encuentra en la raíz latina de ‘recordar’, recordis, como la acción de volver a pasar por el corazón.



A partir de un recorrido a través de imágenes, sonidos y objetos dispuestos por una propuesta estética que recupera la cotidianidad de las personas como canal a través del cual conocer los sueños, acciones, proyectos, experiencias y complejidades que nos constituyen como seres humanos y nos dan nuestro valor y particularidad. Rescata así sus historias como un patrimonio oral y visual que nos permite hacerlas resurgir desde el anonimato de la categoría “víctima” que hoy las cobija, y redescubrirlas en las dimensiones sociales, culturales, políticas, e incluso emocionales articuladas en los recuerdos de quienes nos cuentan su historia. 

 

La instalación está basada en la recuperación de las historias asociadacons personas víctimas de la violencia política, cuyas historias singulares configuran, no obstante, casos emblemáticos: el caso de Guillermo Rivera sindicalista desaparecido y luego asesinado. Fair LeonardoPorras un joven de Soacha quien fue asesinado y presentado como un mal llamado “Falso Positivo”; y por último el caso de la “Vereda la Esperanza” en el Carmen de Viboral-Antioquia, donde fueron desaparecidos varios familiares de Doña Fl